«The Mandalorian» se ha convertido en la serie del año gracias a esa dupla Mando-Baby Yoda. Jon Favreau («Iron Man», «Chef») sigue demostrando su arte a la hora de dirigir y de escribir. Sin duda alguna, los fans de «Star Wars» le estaremos eternamente agradecidos por darle un soplo de aire fresco a una galaxia muy muy lejana. Ha adoptado este universo con un estilo western que en numerosas ocasiones me parecía estar viendo un film de Sergio Leone.
La serie presenta una trama sencilla que demuestra tener mucho potencial con el transcurso del tiempo.
Una de las cosas que más aprecio es el viaje físico que nos lleva a diferentes puntos de la galaxia. Una trama principal teñida con historias puntuales y distintas en cada capítulo. Nadie puede decir que «The Mandalorian» se hace previsible y esto es gracias al guión: está presente el objetivo principal de proteger a «El niño», el cual es compatible con historias independientes y autoconclusivas en cada uno de los episodios.
El otro viaje a destacar es el personal, los personajes reflejan una evolución al crear su propio camino.
El punto fuerte de «Mando» (Pedro Pascal) es esa personalidad misteriosa e individualista. Eso es lo que provoca querer saber más de él y de ese gremio al que pertenece. Mantener su origen hasta el último capítulo y guardar respuestas hasta ese preciso instante nos ha mantenido con la cabeza llena de preguntas. Una gran táctica para tener a la audiencia enganchada, que grandea sois jo**dos Favreau y Filoni (productor ejecutivo).
El pequeñín que se llevó el «show» de calle, Baby Yoda otorga los momentos más cómicos y adorables de toda la franquicia de «Star Wars».
Una baza que sorprendentemente no se había explotado antes y que encandiló a la audiencia. En nuestro interior crece un instinto paternal y protector cada vez que le vemos en pantalla, no puedo esperar para ver lo que le depara el futuro a este chiquitín. Gracias a su conexión con la fuerza, se da la oportunidad de conectar con los jedi y los sith.
Por otro lado, como dije en la crítica sin spoilers, me encantó ver de nuevo a Carl Weathers (Rocky, Rocky IV) en pantalla. El rol de antihéroe supo llevarlo y mucho mejor con ese giro de guión en los últimos capítulos al unirse al grupo. Un personaje del que no te puedes fiar pero se le guarda cierto cariño.
Gina Carano («Deadpool») sorprende con ese bíceps que saca en todas las peleas la verdad. Pero actoralmente también cumple de manera solvente convirtiéndose en mi secundario favorito. Ansío explorar más sobre ese batallón al que pertenecía y saber el origen de Cara.
No podía este análisis sin presentar mis respetos a Kuiil (Nick Nolte) por ser un sabio personaje que era el único del universo que no miraba por su interés personal. He hablado. D.E.P. amigo.
Finalmente, destacar la idea de un/a directora/a por capítulo. Esto nos hace ver el producto con el toque de cada uno de los directores.
En especial, agradecer a Taika Waititi («Thor: Ragnarok», «Jojo Rabbit») por ese trepidante y gracioso episodio final. Nos dejó momentos icónicos como los soldados fallando al disparar una lata (irónicamente siempre se ha dicho que los soldados nunca dan en el blanco).
También a Bryce Dallas Howard («Jurassic World», «Spiderman 3») por el mejor episodio de la temporada, con momentos valle en los que conocemos mejor a los personajes. Gracias a ella, ahí hay una semilla para el futuro, en ese planeta donde espero que «Mando» pueda retirarse con su hijo.
Gracias a ambos (y al resto del equipo), hemos podido disfrutar de unos efectos especiales sorprendentes para una serie de televisión.
Está presente la apuesta de Disney por el show y no escatimó en gastos. Las escenas de acción son dignas de pantalla grande. Además, del perfecto equilibrio entre CGI y realidad (maquillaje, decorados…). El añadido de una impresionante banda sonora a cargo del artista Ludwig Göransson («Creed», «Black Panther») daban el toque final al producto.
En conclusión, espero que «The Mandalorian» haya enganchado y reconciliado a la audiencia con el universo «Star Wars». Tengo un buen presentimiento de que esta serie es la primera piedra de la expansión de una galaxia muy muy lejana, lejos de jedi, sith, Skywalker… Comprender el concepto tan amplio de universo y galaxia. Y también un salto de calidad en estos productos galácticos, como dicen los mandalorianos: «Este es el camino».